(8)
En la playa había
Un cúmulo de cuerpos
Intentando formular
Pensamientos. Yo
Sorteé una ola
Por la parte en que
Emergías. No sé
Qué me puede esperar
Ahora –pensé, y recuerdo
Que pensé-,
Pero “las amapolas crecen
Junto a las vías del tren”.
Nadie miraba entonces, y
Tú surgiste del dolor como
Una aguja para sanar,
Y qué, qué puedo, qué
puedo,
Qué
Decir
Ya.
En la playa,
Emergías,
Cada vez,
Como un ungüento pálido
Que avivaba mi sangre
Y recia se instaló
La sentencia del
Líquido, y, bueno,
En esa playa,
Donde me he extendido
Hasta tocar
Ambos hemisferios
Tú estabas,
Laxa como el Universo
En paz.
Rallentando, se va.
(De "El año del paseante", 2005).
EN EL RIO
El cáliz derramado en
la miel clara de tus años;
no sé decirte cuánto
siento el negro
en tu vida y ese
negro, “que insiste”
sobre alerces y lonas
tendidas
cabe la fría corriente
Tan jóven...
Parece que un ensalmo
de brujas del Norte
te nimbara los ojos
para decir, ahora,
años de luna partera,
que te diesen
en el agua
un hijo nuevo
con que saciar
el aliento de ser,
verso de aurora fría
y sonrisa de luto
para nacer de nuevo.
Veo tus ojos...
(De "Razones para ir a otra parte", 1998, antología, varios autores).
Que no se apague la triste, triste,
que siga la vela derramándose,
ceniza, como en la luz
y que los días nuevos
repiquen a vuestras puertas
como lágrima de violines
sobre el rostro de la enamorada.
Que no se apague...
sería la verdad muerta.
Por éso, sobre el dintel
dejad, ya,
una consigna de carne
para el poeta,
para que la viva y
resucite los panes
en la mesa.
¡Ay de ésto útil!
No.
Todas las huídas,
dadle todas las huídas
y que no se apague,
jamás
la triste, triste.
Porque Leda ha de sufrir
para ver
el milagro.
(De "Razones para ir a otra parte", 1998, antología,varios autores).
CINE (la vuelta de la esquina)
La salvación a diario ese día
Después de perder su rostro un milenio
La oscuridad de la sala de cine
Fuera de la tragedia cotidiana
A un palmo de la luz
A metros de las caras afiladas
Las voces y los automóviles.
La salvación.
Música, asiento, silencio, butaca, roces.
Abrupto el ser se suaviza,
Se moldea el silencio
Y el momento mientras
Placidamente, uno,
Se ignora.
Pasa un tren de fruta.
Luego, de la cueva
Emerge un “libertariano”
Con sonrisa
Que ignora,
A menudo
El soporte
Que mece
El aire
De
La
Vuelta
De
La
Esquina.
(De "Magma", 2001).
1
La fiebre atrapa mis pies entre las dunas,
Quieta aspiras el humo de la arena
Desierta,
Como nada lo había estado hasta
Entonces,
En ambas manos:
Hemos perdido la referencia triste
De lo que otros hacen y
Como mudos desnudos abiertos salinos
Vamos.
En la gramola como en el estómago ácido
De whisky tu alma oleaginosa pide y
Encuentra el requiebro de los valses
Y un bailarín que desentrañará mejor
Nuestras soledades.
Como un comediante
De ímprobas maneras de amar, yo
Te leía restos de galeones en los pies
Desnudos y en medio de este desierto
Huesos y huesos aparecían
Nos miraban
Te seguían,
Y son
Mi cañada alegre y tu vasta señal de
Duda, no, mi amor,
Hasta que concluya esta vuelta, este baile,
Pídele a otro que te rubricará un palé de
Mudanza en la espalda que besa mi
Boca, oh mujer, con
Esta necedad podemos dejar todos los
Caminos ya, tú sabes que yo sé
Adentrarme y que nada me asusta:
En esta arena azul la luna no
Pedirá nada a cambio.
Pedir, dar, la misma palabra. Miseria.
Te sigo.
Anades locas pululan por mi cerebro ido
Y en medio de la bruma, sin duda
Londinense, para un amigo
he ido a buscarte,
Por otros amigos, a salvarte –dicen-
¡qué más da ya, si soy un condenado!
Y condenado a vivirte con la máxima
perfección.
(De "El año del paseante", 2005).
RUMBO OESTE (FGL viaja, por mar, hacia Nueva York)
Aún no ha nacido la palabra,
todavía se mece en mar de ópalo,
en la curva interior de su frente :
es el momento de la densa espera.
Acaso el arpa derribe miríadas
de estrellas
esta noche,
acaso surja
en la voz languideciente de las kores...
Aún,
sin embargo,
tiembla la nube al sol
colgada de paraíso;
aún
es hora.
La mano no establece sus conclusiones.
Pero aún,
por cada pequeño detalle
ella vuela,
vuela
en la loca necedad del descreído.
Vuela,
Vuela,
C
A
E.
A PLOMO
sobre silencios negros
A PLOMO
de música
A PLOMO
a espaldas del Universo.
Empero nada.
Sin objeción posible.
Sin objeción alguna.
Rumbo Oeste,
por su sién de poeta.
(De "Magma", 2001).